Meta empezará a recopilar los contenidos compartidos públicamente por los s adultos de Facebook e Instagram en la Unión Europea desde el 27 de mayo para entrenar sus modelos de inteligencia artificial, en una medida que ya generó fuertes cuestionamientos por parte de defensores de la privacidad y organizaciones de consumidores.
La empresa aclaró que solo utilizará publicaciones, comentarios e interacciones públicas en sus plataformas, excluyendo expresamente los mensajes privados y los datos de menores. También serán utilizadas las interacciones con Meta AI, disponible incluso en WhatsApp, aunque en esta última plataforma no hay forma de desactivar el asistente por completo.
Oposición posible, pero limitada en tiempo y forma 1q6c4x
Meta habilitó un formulario de objeción que los s pueden completar si no desean que sus datos sean utilizados. Sin embargo, el plazo para presentar esta oposición vence este martes 27 de mayo, fecha en la que comenzará el proceso de recolección para el entrenamiento de la IA.
Este formulario está disponible en los ajustes de privacidad de cada cuenta en Facebook e Instagram, aunque no siempre ha sido fácil de encontrar para todos los s. Además, Meta no exige una justificación para rechazar el uso de datos, pero da la opción de incluir una.
Críticas desde el ámbito civil 2l6e1g
La Federación de Consumidores y s (CECU), junto con la BEUC (organización europea de consumidores), han solicitado a Meta que retire esta política por considerarla incompatible con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), así como con principios de competencia y derechos digitales.
“Esta situación es muy grave. Puede sentar un precedente negativo que otras compañías tecnológicas imiten”, advirtió Anabel Arias, experta en derechos digitales de la CECU.
Aunque la reactivación de estos planes fue respaldada por el Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD) y la Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC), la preocupación por el uso automatizado de datos personales sigue latente, especialmente cuando se utilizan para alimentar sistemas de inteligencia artificial sin un consentimiento plenamente informado y explícito.