La investigación policial acerca de las amenazas e incendios intencionales que tuvieron lugar en las localidades tacuaremboenses de Cardozo Chico y Cuchilla de Peralta agregaron un nuevo capítulo en las últimas horas.
En la jornada de este martes, detuvieron a una auxiliar de maestra que trabajó en la escuela rural del primer pueblo mencionado por ser autora de algunos mensajes que aparecieron en dicha zona recientemente, según informó El Observador.
En diálogo con Montevideo Portal, el jefe de Policía de Tacuarembó, Roberto Pereira, aseguró que, debido a que hay misivas en la escena de los hechos que no corresponden con la caligrafía de esta persona, se puede “inferir que puede haber más gente involucrada”.
Según el edil Edgardo Gutiérrez, este caso comenzó hace dos años. En diálogo con CW33 Florida, dijo que empezaron a llegar “animales muertos y cartas” a la escuela n° 91 de Cardozo Chico. En febrero de este año, se produjo el incendio.
El 19 de marzo, se montó un operativo policial con patrullaje y efectivos apostados en la zona de la escuela n° 67 de Cuchilla de Peralta producto de nuevos amedrentamientos. En esa ocasión, se encontró un mensaje que rezaba: “Vamos por más”. Unos días antes, dos casas de familia habían sido incendiadas.
El comunicador local Marcos Ademar Pereira publicó algunas de las hojas encontradas que coincidían con la caligrafía de la detenida. Una de ellas decía, con claras faltas de ortografía: “La próxima, de la casa no quedan ni las cenizas”.
Otro mensaje narraba: “Ahora vamos por todo, total los chupa pija de los milicos no hacen nada y nunca lo sabrán. Cuando sepan, ya estaremos muy lejos. Pero antes, vamos a explotar la escuela de Peralta cuando estén todos los gurises, maestras y cocineras”.
Este último documento también narraba la intención de cometer un abuso sexual. “Antes de irnos de este pago, hay que cumplir con lo prometido: cogernos a la hija de Santiago y Keni y dejarlos bien muertos, donde nunca los encuentren”, decía la hoja.
Dicha carta continuaba en otra carilla, que había sido clavada en un cartel, y hablaba de que a un tal Orlando lo iban a “torturar mucho” y después “rociarlo con nafta”. “Cómo deseamos ver volar la escuela, así mueren esa manga de rotitos malcriados. Mucha iglesia y se cogen mujeres y maridos ajenos. [...] Tic, tac, tic, tac, ¡bum!”, agregaba.