“Nos sorprendió muchísimo”: funcionarios de la Biblioteca Nacional por cierre temporal

La Asociación de Funcionarios de la Biblioteca Nacional se refirió este martes a la decisión del gobierno de cerrar “hasta nuevo aviso” la institución al público.

Luigi Bazzano, integrante del sindicato, dijo en diálogo con Subrayado (Canal 10) que, si bien “hay problemas serios, que se vienen denunciando desde hace mucho tiempo”, actualmente “no hay riesgo de vida ni peligro de que se caiga nada ni de que haya derrumbe”.

“El edificio está en mal estado. Las colecciones, que es lo más importante, están en mal estado y corren riesgo, porque están afectadas por problemas de humedad, de plagas. En los depósitos de diarios no funcionan todos los deshumidificadores, no funciona la climatización, y hay ratas, cucarachas, arañas y sobre todo el pez de plata, que es el principal enemigo del papel”, explicó.

Acerca de la decisión anunciada por Rocío Schiappapietra, directora de la institución, dijo que los “sorprendió muchísimo”.

“No nos avisaron a los trabajadores, no le dijeron nada al sindicato, pero no le dijeron nada a los jefes y a los encargados de las secciones, que son los que mantienen viva y funcionando la Biblioteca Nacional”, aseguró.

En ese sentido, opinó que se debió haber llamado previamente a “técnicos y profesionales para que hagan un diagnóstico exacto de cuáles son las obras que hay que realizar, para después saber cuánto tiempo va a llevar y qué inversión se necesita, porque hoy la biblioteca no cuenta con los rubros necesarios”.

“Acá se conserva el patrimonio bibliográfico y la memoria histórica, literaria y cultural del Uruguay, entonces tiene que estar a disposición del público”, agregó.

Bazzano remarcó que su principal reclamó es “el ingreso de funcionarios”, ya que son “menos de 50” y cerca del 40% “tiene causal jubilatoria”, por lo que “el futuro de la biblioteca es negro”. “Acá necesitamos que entre personal y que se resuelve además la mala retribución que tienen los funcionarios”, sostuvo.

Por otro lado, expresó que “la directora mostró hasta sorpresa por la situación en que encontró la Biblioteca Nacional, que es realmente caótica”, pero afirmó que desde el sindicato se lo comunicaron “a principios de febrero a las autoridades entrantes”.

“Les hicimos un pormenorizado informe del estado de situación, y ¿tres meses después de haber asumido recién se dan cuenta de que están sentados arriba de un polvorín?”, sentenció.