Cinco integrantes del grupo musical regional Fugitivo, reconocido por animar fiestas populares con cumbias y corridos en el norte de México, fueron hallados muertos esta semana en un paraje rural del municipio de Reynosa, Tamaulipas. La noticia generó una fuerte conmoción, tanto en la comunidad local como en el circuito musical del norte del país.
El hallazgo
Las autoridades estatales confirmaron el hallazgo de los cuerpos este jueves en un ejido cercano a la frontera con Texas, tras varios días de búsqueda y operativos especiales. Los músicos habían sido reportados como desaparecidos el domingo 25 de mayo, después de anunciar a sus familias que tocarían en un salón de eventos. Desde entonces, no se supo más de ellos.
Los cuerpos corresponden a:
- Francisco Xavier Vázquez Osorio, 20 años
- Nemesio Antonio Durán Rodríguez, 40 años
- Livan Edyberto Solís de la Rosa, 27 años
- Víctor Manuel Garza Cervantes, 21 años
- José Francisco Morales Martínez, 23 años
Una banda con seguidores fieles
Fugitivo era muy conocida en la región por interpretar versiones modernas de clásicos de la música popular. Su canción “La loca”, una reversión de un tema de José Luis Perales, acumula más de 127 millones de reproducciones en Spotify, lo que confirma su arraigo más allá del ámbito local.
Aunque el grupo no formaba parte del circuito comercial masivo, había logrado consolidar una presencia fuerte en redes sociales y plataformas digitales, con presentaciones constantes en bodas, ferias patronales y salones de eventos en el noreste del país.
Posibles vínculos con el crimen organizado
El fiscal estatal, Irving Barrios, confirmó que nueve personas fueron arrestadas en conexión con el caso. Se trataría de de la célula criminal Los Metros, una facción del cártel del Golfo, una de las organizaciones delictivas más activas en la región.
Aún no se han determinado los motivos del asesinato, aunque la fiscalía no descarta ninguna hipótesis: desde una disputa territorial hasta un posible conflicto derivado del cobro de extorsiones a artistas regionales, una práctica habitual del crimen organizado en zonas dominadas por carteles.
Un fenómeno regional y una tragedia recurrente
El asesinato de músicos no es un hecho aislado en el norte de México. Bandas locales y solistas —sobre todo aquellos que interpretan corridos o géneros populares asociados a ciertos territorios— han sido blanco de ataques en diversas ocasiones, ya sea por presuntas vinculaciones con grupos delictivos o por negarse a colaborar con ellos.
El caso de Fugitivo revive el debate sobre la inseguridad crónica en Tamaulipas y el alto riesgo que enfrentan los trabajadores culturales que circulan entre comunidades controladas por distintos grupos armados.
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