El pasado sábado 3 de mayo, Héctor Ariel González Martino, de 39 años, se encontraba realizando sus tareas cotidianas en la ciudad de Rivera, sin imaginar que un accidente entre terceros lo dejaría al borde de la muerte.
Esa tarde, el hombre descargaba mercadería de su camioneta en la puerta de un comercio, cuando sobrevino lo inesperado: un automóvil cruzó con luz roja y chocó con otro. El impacto hizo que uno de los vehículos derivara hacia el lugar donde él se encontraba. El brutal impacto lo arrojó dentro de la caja de su propia camioneta y le provocó graves lesiones.
Capturas de video / Marcio Silva
“Fueron 28 días en CTI, con momentos muy difíciles”, dijo el pasado lunes su compañera, Paula Fernández, en rueda de prensa consignada por el comunicador riverense Marcio Silva.
“La señora cruzó en rojo el semáforo. Él estaba descargando, ni siquiera vio [el auto], fue muy rápido. Lo tiró para adentro de la camioneta y quedó agonizando”, dijo la mujer.
Según Fernández, la ambulancia tardó exactamente 22 minutos en arribar, tiempo en el que su compañero “estuvo siempre consciente y gritando de dolor”.
Durante ese tiempo, González fue asistido por un vecino, quien “le cortó el pantalón para ver si tenía fracturas expuestas, y no tenía”. Sin embargo, cuando la ambulancia al fin llegó, se comprobó que el hombre presentaba graves lesiones.
“En el momento en el que lo giraron, comenzó a tener problemas para respirar, porque una costilla le había perforado un pulmón”, dijo.
“Cosas que solo pasan en Rivera”
Fernández dijo que, mientras asistía a su compañero y esperaba la ambulancia, la mujer causante del choque —que resultó ilesa— “solo estaba preocupada por su auto; decía que no había sido nada. Su mayor miedo era su auto, que se había dañado”, contó.
Indignada, refirió que hasta la fecha a la conductora no se le retiró la libreta de conducir, situación que propició un episodio insólito: según Fernández, tres días después del accidente, la mujer iba al volante de otro auto y, “cosas que solo pasan en Rivera: casi atropella a una señora”, que no era otra que la mujer que tripulaba el otro coche involucrado en el accidente en cuestión.
Fernández asegura que las denuncias ya fueron hechas en Fiscalía, y confía en el trabajo de la Justicia. Ahora, su deseo es que su compañero —padre de cuatro hijos— se recupere. El hecho de que haya salido de CTI a sala común ya es una buena señal, considera.
En cuanto a la causante del accidente, fue clara en su deseo: “Que la señora no vuelva a manejar nunca más”.