Meghan Markle publica fotos de su hija Lilibet por su cuarto cumpleaños

La duquesa de Sussex, Meghan Markle, ha publicado este miércoles dos fotografías inéditas de su hija Lilibet Diana, con motivo de su cuarto cumpleaños. Las imágenes, en blanco y negro, fueron compartidas en su cuenta oficial de Instagram y muestran momentos íntimos entre madre e hija.

En una de las fotos, tomada recientemente, Lilibet aparece abrazada por su madre con el rostro parcialmente cubierto. La otra captura remonta a sus primeros días de vida, también en brazos de Meghan. La publicación fue acompañada por un mensaje cargado de afecto: "¡Feliz cumpleaños a nuestra hermosa niña! Hoy hace cuatro años que llegó a nuestras vidas y cada día es más brillante y mejor gracias a ello. Gracias a todos los que le enviaron cariño y celebraron su día especial."

Una figura pública fuera de la realeza activa

El nacimiento de Lilibet tuvo lugar un año después de que Meghan y el príncipe Enrique abandonaran formalmente sus funciones como activos de la familia real británica. Desde entonces, residen en California junto a su hijo mayor, Archie, quien recientemente cumplió seis años.

La pareja, que contrajo matrimonio en 2018, ha buscado mantener un equilibrio entre su vida privada y sus compromisos públicos. La difusión de estas imágenes representa una rara excepción en la política de discreción que han adoptado en relación con sus hijos.

Una estrategia de comunicación medida

En un contexto donde la imagen pública de los duques de Sussex fue objeto de escrutinio tanto por parte de los medios británicos como internacionales, la publicación de estas fotos parece responder a una estrategia de reafirmación afectiva y personal. Meghan y Enrique han optado por controlar directamente la narrativa familiar a través de sus propios canales, evitando intermediarios y privilegiando el tono íntimo y agradecido.

Repercusiones mediáticas

Aunque la publicación tiene un carácter personal, la visibilidad de la familia Sussex convierte cada gesto en una declaración pública. La imagen de Lilibet —con su rostro parcialmente oculto— refleja la continua tensión entre el interés mediático y la voluntad de los duques por preservar la privacidad de sus hijos.