El caso de Priscila Margot Quesada, una joven argentina de 20 años que se encuentra en paradero desconocido, mantiene en vilo a la opinión pública del país vecino.
La mujer, residente en la provincia de Salta, estaba embarazada de siete meses de mellizas —aunque su embarazo ahora está en duda— y, además, presuntamente habría sido diagnosticada con un tumor cerebral. Desapareció el viernes 16 de mayo antes de entrar al hospital donde, según le dijo a sus familiares, le iban a hacer una cesárea programada.
Sin embargo, en el centro de salud aseguran que no hay ingresos de pacientes con su nombre, ni cirugías previstas para ese día. Desde entonces, nadie tiene certeza sobre su paradero y desde la familia reportan una serie de inconsistencias, como fotos trucadas con inteligencia artificial y mensajes misteriosos.
Priscila vive en la localidad salteña de Pichanal y está en pareja con Cristian Cuellar, quien estuvo ausente durante gran parte del embarazo porque trabaja en la provincia de Mendoza. El hombre volvió el 10 de mayo a Salta para estar cuando nacieran sus bebés, ya que la joven le anticipó que, debido al tumor, iban a hacerle una cesárea.

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Benjamín, hermano de la joven, contó al canal televisivo TN que el viernes 16 acompañó a Priscila hasta el hospital San Vicente de Paul de Orán, a unos 30 kilómetros de su casa. Cuando estaban en la puerta del centro de salud, ella le dijo algo inesperado. “Andá, que yo me arreglo sola”, fueron sus palabras. El hombre dijo que la última vez que vio a su hermana fue frente a un cajero automático en la esquina del hospital.
“Ella me dijo que en Orán no la podían operar, que debían trasladarla en ambulancia hasta un hospital de Salta. Llegamos a eso de las 11:40 de la mañana y entró sola a buscar unos papeles que tenía que llenar para llevarlos a la terminal. Me pareció raro, pero me contó que era para que pudieran trasladarle sus cosas hasta donde iba a quedar internada. Después, me dijo que me fuera, que ella iba sola, que la acompañaba una enfermera”, explicó el familiar.
¿Hubo o no parto?
Sobre las 15:00 horas de ese mismo día, Priscila le mandó a su hermano un mensaje por WhatsApp para decirle que ya estaba por entrar al quirófano, y que después de la cesárea seguramente la iban a trasladar a Buenos Aires porque le tenían que hacer una operación por el tumor. “Hasta ahí todo bien, hablamos normalmente”, recordó Benjamín.
En la mañana del sábado, Priscila le envió un nuevo mensaje para contarle que habían nacido las mellizas, pero que estaba solamente con una porque la otra había quedado en una incubadora.
“Se la veía contenta. Subió fotos de las bebés a sus estados de WhatsApp, también una suya, y le creímos que ya había tenido. Mi mamá estaba por viajar con mi cuñado a Salta para verla, pero ella nos decía que no quería, que no fuéramos“, contó.
Sin embargo, después se dieron cuenta de que esas imágenes no eran reales: algunas estaban trucadas con inteligencia artificial y otras habían sido tomadas de internet.
En la primera foto que compartió, se la ve con una bebé en brazos, pero se nota claramente que fue editada. Además, esa misma imagen está disponible en internet y corresponde a una mujer estadounidense.
En la segunda publicación, hizo un collage de seis fotos con sus supuestas hijas. A una la llamó Amaia Emma Valentina y a la otra Ashly Adelein Issem. “Es un amor de los más bonitos poder estar con personitas que te llenan de amor el alma. Dios me regaló dos hijas”, escribió. Sin embargo, después se comprobó que esas imágenes están en Pinterest.

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Ahora, las sospechas son muchas y hasta el momento no se sabe si ella simuló su embarazo y también su parto, o si el celular está siendo manipulado por otra persona. Pero la situación no terminó ahí.
Cada vez más extraño
El domingo, Benjamín recibió un mensaje de un número desconocido en el que le decían que su hermana había tenido una complicación con el tumor y que debía ser llevada a Buenos Aires.
“Era una supuesta enfermera, la que la había acompañado en la ambulancia. Nos dijo que la iban a trasladar al centro oncológico José C. Paz”, dijo, y a partir de entonces dejó de contestarles el WhatsApp.
Minutos después, el hermano de la joven vio que en sus estados ella había publicado un mensaje inquietante. Todos intentaron comunicarse con ella, pero no les respondió y a algunos hasta los bloqueó.
“Tengo cáncer maligno, no pudieron hacer nada, lamentablemente. Hace dos horas desperté por efecto de los medicamentos y mi boca se hizo a un lado. Ahora nos toca esperar el momento. No nos dieron mucho tiempo, pero algo tendré que disfrutar. Puse la mejor cara para el momento de la foto, al verla al lado mío me sentí fuerte y se me olvidó lo que sentía. La abracé y mi fuerza aumentó”, decía parte del texto.

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“Si he decidido estar sola, respeten mi voluntad y no hagan lío donde no lo hay; no involucren antes de saber todo. Si yo he rogado para que no dieran información y poder pasar tranquila mi proceso, sin estar al lado de personas por las cuales si no les dijera lo que tengo no estarían conmigo. Me duele saber todo esto, pero mis bebés son lo único bueno que tengo”, agregó.
“Si no les digo, será por algo, paz y tranquilidad. Si ven esto, respeten. He pedido que escribieran por mí esto. No quiero responder aún los mensajes. En estos momentos, quiero no pensar en lo que vendrá y disfrutar el momento. No se preocupen, estoy en buenas manos y en un lugar lindo. Pronto los veré”, cerró.
Al ver este mensaje, la mamá de Priscila y la pareja de la joven viajaron a Buenos Aires para acompañarla en el proceso, pero cuando llegaron se encontraron con una sorpresa ingrata: no había pacientes ingresados con su nombre. Al rato, recibieron otro mensaje de la supuesta enfermera en el que decía que la chica había sido llevaba en helicóptero a Comodoro Rivadavia. En ese momento la familia decidió no creer a esa supuesta enfermera, y presentó denuncia penal.
El lunes comenzaron las investigaciones y la fiscalía pidió analizar las cámaras de seguridad del hospital de Orán, para ver si la mujer efectivamente ingresó, si se fue en ambulancia o qué ocurrió. También se llamó a declarar al hermano y a la mamá de la chica.
También se recogieron documentos del hospital de Orán, adonde la embarazada habría ido antes de ser derivada a Salta capital. Alejandro Valenzuela, director del nosocomio, hizo declaraciones al respecto y fue tajante: “De esta persona no tenemos registro, no existe en nuestro historial de pacientes. Pudimos acceder a información que se vacunó en el hospital de Pichanal, pero acá nunca ingresó”.
“También hablan de un traslado a Salta por parte de una enfermera llamada Olga Segundo. Sobre esto, queremos aclarar que no es enfermera de este hospital y no sabemos si existe esa persona, siquiera. Por otro lado, queremos remarcar que nos llamó la atención que haya dicho que tenía una cesárea programada un viernes, cuando solamente se hacen martes o jueves", agregó Valenzuela.
La familia sospecha que la joven fue secuestrada por una red de trata, que ella no escribió los mensajes y no envió esas fotos editadas, pero desde la Justicia investigan también la posibilidad de que se haya ido por su propia voluntad y medios, o con la ayuda de terceros.
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