El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó duplicar al 50% los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio, una medida que entra en vigor este miércoles y marca un nuevo capítulo en su política de presión comercial bajo el argumento de la “seguridad nacional”.
El decreto, publicado en la medianoche local, sostiene que el incremento es necesario porque los aranceles anteriores —del 25%, vigentes desde marzo— no fueron suficientes para garantizar la viabilidad a largo plazo de estas industrias estratégicas. “La amenaza sigue latente”, afirma el documento.
Impacto regional y aliados bajo presión
La decisión afecta a los principales proveedores de acero del país: Canadá, Brasil y México, y a Argentina como sexto mayor exportador de aluminio a EE.UU. El gobierno mexicano ya solicitó formalmente quedar excluido, al considerar la medida como “injusta e insostenible”, en palabras del secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
El Reino Unido logró una exención temporal, manteniendo su tasa en el 25% mientras avanzan las negociaciones bilaterales para un acuerdo comercial. Desde Londres, el gobierno expresó su “satisfacción” y reafirmó su disposición a seguir negociando con la Casa Blanca.
Escalada en el frente europeo
La decisión coincide con una reunión clave entre el representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, y el comisario europeo Maros Sefcovic, en el marco de la OCDE en París. Allí también se desarrollarán encuentros del G7 comercial antes de la cumbre de jefes de Estado prevista del 15 al 17 de junio en Canadá.
Trump acusó a la Unión Europea de actuar de “mala fe” y amenaza con replicar el recargo del 50% si no hay avances. Ya el pasado 2 de abril —fecha que el mandatario proclamó como el “Día de la liberación”— impuso tarifas del 10% a casi todos los socios comerciales, con una moratoria de 90 días que expira el 9 de julio. Europa, por su parte, advirtió que responderá en espejo si se concreta la subida arancelaria.
Golpe al comercio y la economía global
La OCDE revisó a la baja su proyección de crecimiento global para 2025, del 3,1% al 2,9%, citando el impacto directo de los nuevos gravámenes y la incertidumbre geoeconómica que generan. El organismo advirtió que las tensiones comerciales podrían desacelerar aún más la recuperación.
Trump también arremetió contra China, acusándola de violar el acuerdo de desescalada firmado en mayo en Ginebra, y amenazó con más restricciones si no hay “cambios estructurales”.
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