Flávia Rodrigues, de 29 años, trabajó durante los últimos cinco años como cajera en un comercio minorista en la localidad brasileña de Itabuna, en el sur de Bahía.
En los últimos tiempos, los jefes de Rodrigues comenzaron a sospechar que la joven podría estar jugando sucio, ya que eran perfectamente conscientes de que el sueldo que le pagaban no bastaba para sufragar los costosos viajes de los que la cajera alardeaba en redes sociales.
De acuerdo con lo publicado en medios locales, la cajera percibía el salario mínimo, que es de 1.518 reales, lo que al cambio actual arroja la escuálida cifra de 11.000 pesos. Pese a recibir tan magro estipendio, la joven prodigaba en redes fotos en destinos poco accesibles, como Fernando de Noronha o París. Además, en las fotos no se veía a la cajera en plan mochilera, sino disfrutando de elegantes fiestas.
Por ello, los propietarios hicieron una revisión exhaustiva de los registros fílmicos del comercio y descubrieron que la mujer robaba permanentemente.
De acuerdo con el reporte policial, Rodrigues tomaba nota de cantidades pagadas en efectivo y luego no las ingresaba al sistema. Posteriormente, en momentos de menor movimiento, retiraba ese dinero de la caja y se lo guardaba en los bolsillos.
El pasado viernes, la mujer fue pescada infraganti con 1.538 reales escondidos en los bolsillos y en un bolso.
El total de lo robado todavía no fue establecido. En la comisaría, la joven itió los robos y dijo que llevaba nada más que un mes cometiéndolos. Además, aseguró que también trabajaba en una tienda de lencería, por lo que tiene un segundo ingreso.
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