La atleta brasileña Marcela Soares, de 21 años, fue dada de baja de su equipo de fútbol sala luego de que la junta descubriera su participación en plataformas de contenido para adultos. La deportista, oriunda de Rio Grande do Sul, jugó en varios equipos de su país, como Leoas da Serra y Marechal Copagril.
Entrevistada por el periódico O Globo, afirma que su contrato no tenía cláusulas restrictivas en cuanto a actividades fuera del campo de juego.
“La hipocresía es real. Me juzgaron, me excluyeron y me sentí agraviada, incluso por otras mujeres”, dijo. La jugadora reveló que hoy gana alrededor de 55 mil reales al mes (algo más de 400.000 pesos uruguayos) con contenido para adultos.
En contrapartida, recordó que su salario inicial en el mundo del futsal era la décima parte de esa cifra, y que “ni siquiera cubría los costos de formación”.
La decisión de migrar a plataformas digitales fue, según ella, una cuestión de supervivencia financiera.
“Me encanta jugar. El fútbol sala es parte de mí. Pero no acepto estar en lugares que intenten controlar mi vida fuera de la cancha”, explicó la atleta, quien citó como inspiración a su compatriota Key Alves, jugadora de vóley que también dio el paso hacia la plataforma Onlyfans.
“Ella demostró que es posible ser sensual, victoriosa y respetada”, dijo, y aseguró que existe un doble rasero, dado que la situación es diferente cuando se trata de la vida privada de deportistas varones.
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